La Economía Cubana hoy: entre la pandemia y el bloqueo de Estados Unidos

José Luis Rodríguez*

I

Destaca Marino Murillo efecto positivo de la unificación cambiaria para la economía  cubana (+Videos) › Cuba › Granma - Órgano oficial del PCC
Fuente: Granma

Transcurrido el primer semestre del 2021, la economía cubana enfrenta –nuevamente- uno de los desafíos de mayor impacto desde los años 90.
En efecto, el PIB descendió un 0.2% en el 2019, se contrajo un 10.9% el pasado año y durante el primer semestre del 2021, cayó nuevamente un 2%.
En el cuadro Nº 1 puede apreciarse el detalle de las afectaciones en los principales indicadores de la macroeconomía cubana y se observa cómo se han reducido los recursos financieros externos a disposición del país.
En primer lugar, las mayores afectaciones muestran que las importaciones del 2020 para el funcionamiento de la economía durante este año, solo se recibieron en un 60% de lo planificado, debido a que los ingresos en divisas solo alcanzaron el 55% de lo previsto (CUBAVISION “Intervención del Ministro de Economía y Planificación en la Asamblea Nacional del Poder Popular el 17 de diciembre del 2020”). En síntesis, en los últimos 18 meses se han recibido 2 894 millones de dólares menos que en el 2019.
En segundo lugar, la caída del turismo internacional provocó ya, en seis meses del 2021, una disminución del 88.4% de los visitantes sobre igual período del año pasado. Ya en 2020 los ingresos se redujeron a 1 152 millones de dólares, un 56.4% menos que en 2019 (ONEI, 2021).
En tercer lugar, se incumplieran por Cuba los pagos del servicio de la deuda desde el segundo semestre del 2019, situación que empeoró en el 2020 y lo que va del 2021.
Esta situación obligó a Cuba a solicitar una nueva renegociación a los acreedores del Club de París en mayo del 2020, para posponer los pagos correspondientes hasta el 2021, para reiniciarlos en el 2022. Esto no se logró y solo se alcanzó un acuerdo que estableció un plazo suplementario para el pago de la deuda, aunque no se conocen más detalles del mismo. El pago del servicio de la deuda se vio también afectado en los casos de Rusia y China.

II

La evolución sintéticamente descrita ha sido determinada básicamente por tres factores. Por un lado, el acrecentado efecto de nuevas sanciones norteamericanas, que hasta el presente se han mantenido sin cambios. De otro lado, la incidencia de la COVID 19, que muestra en el 2021 un significativo rebrote. Finalmente, están presentes las insuficiencias y errores en la aplicación de una política económica que debe transformar sustancialmente la dinámica del desarrollo nacional, pero que ha presentado demoras que han frenado sus potenciales impactos positivos.
Un análisis resumido revela que se produjo un incremento sin precedentes del bloqueo económico de EE.UU., ya que Trump aprobó 243 nuevas medidas contra Cuba, incluyendo la activación plena de la Ley Helms Burton, lo que ha provocado 41 nuevas reclamaciones en tribunales norteamericanos contra compañías que realizan negocios con Cuba. A esto se añade la inclusión de Cuba en la lista de estados patrocinadores del terrorismo, fenómeno del que la nación caribeña es realmente víctima por parte de EE.UU.
Adicionalmente, el gobierno de Joe Biden se ha venido desmarcando de la posición que proclamo en su campaña electoral, al mantener intactas todas las medidas contra Cuba e iniciando –oportunistamente- la aplicación de otras nuevas. El costo del bloqueo durante casi 60 años de agresión alcanzó ya hasta el 2020 144 413 millones de dólares y en junio pasado fue nuevamente condenado por el voto de 184 países en la ONU.
Por otra parte, los enfermos del COVID aumentaron durante el primer semestre del año 16.4 veces y las personas sospechosas u hospitalizadas bajo vigilancia crecieron 18 veces. También, disminuyó la proporción de los enfermos graves y críticos, pero el número de fallecidos aumentó –en términos absolutos- 9.1 veces, aun cuando se mantuvo la tasa de letalidad en 0.67%. Todo esto muestra como se ha expandido la enfermedad en seis meses, pero también como los protocolos para combatir la pandemia se han perfeccionado, evitando una catástrofe sanitaria. En tal sentido, Cuba ha desarrollado cinco candidatos de vacunas, donde ya dos de ellos se han probado eficaces en más del 92% y se aplican gratuita y progresivamente a la población, que debe estar completamente inmunizada este año.
Sin embargo, no ha sido posible evitar la paralización total o parcial de la producción de bienes y servicios, así como la elevación os gastos que directamente provoca la pandemia, que alcanzan ya este año 300 millones de dólares y más de 4 300 millones de pesos para su enfrentamiento
En este difícil contexto, 30 407 colaboradores cubanos lucharon contra la pandemia en 66 países en el 2020 y muchos continúan haciéndolo en el presente, donde ya se suman 57 brigadas médicas cubanas movilizadas contra la COVID en 40 países o territorios desde el inicio de la pandemia.
Por otro lado, a partir de enero de 2021 se ha venido aplicando probablemente la política económica más compleja de los últimos años en Cuba. Se trata de la Tarea Ordenamiento, diseñada para avanzar en el unificación monetaria y cambiaria del país para lograr un sistema de dirección de la economía que permita su funcionamiento eficiente. El impacto macroeconómico principal de esta política es un estímulo a las exportaciones y no estimular las importaciones, efecto que se alcanzará a mediano plazo.
Sin embargo, esta tarea suponía una fuerte devaluación de peso cubano (CUP)1 que crearía un efecto inflacionario igualmente fuerte, el que se buscaba compensar aumentando el ingreso de la población. No obstante, el despliegue de la tarea, en medio una situación económica crítica, unido a un rebrote de COVID, ha impedido atenuar los costos del ordenamiento previsto. En realidad se ha registrado una elevación notable de los precios –que se ha tratado de corregir por diversas vías- a lo que se une un mayor desarrollo de la economía informal y la especulación.

Un análisis resumido revela que se produjo un incremento sin precedentes del bloqueo económico de EE.UU., ya que Trump aprobó 243 nuevas medidas contra Cuba, incluyendo la activación plena de la Ley Helms Burton

III

La agudización de todas las tensiones referidas, sirvió de base a una campaña desestabilizadora de EE.UU. que –al montarse sobre una realidad objetivamente compleja- alimentó a través de las redes sociales las manifestaciones de protesta que estallaron simultáneamente en varios puntos del país el 11 de julio pasado.
La complejidad de la situación se expresa en manifestaciones donde se han mezclado personas que expresan su preocupación legítima por la escasez de alimentos, medicamentos y los cortes de energía eléctrica, pero que aparecen unidas a aquellas que han atacado establecimientos y hostilizado a las fuerzas del orden, proclamando consignas netamente contrarrevolucionarias.
El gobierno cubano se ha comprometido con un análisis autocrítico de las insuficiencias presentes en su gestión, así como de los errores cometidos y adopta medidas para mejorar la situación económica a corto plazo pero –al propio tiempo- proclama el derecho a la defensa sin concesiones de la obra de la Revolución para lo que cuenta con el apoyo de la mayoría de la población.

*Cuba, Asesor del CIEM, miembro del GT Crisis y Economía Mundial.

Anuncio publicitario